MigrArte
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MigrArte es una sección que continuará pero de forma independiente. Te invitamos a visitarla para conocer cómo se ha transformado en </migrart e>
MigrArte fue un espacio para mostrar las diversas manifestaciones artísticas y culturales de la comunidad migrante, artistas, académicos o de cualquier persona que quiera manifestar su sentir respecto a la migración. En MigrArte encuentras diferentes tipos de expresión artística que van desde la narrativa, poesía, fotografía, video o proyectos digitales.
Autor/es Waterwell y Broadway Advocacy Coalition (Proyecto Amplify)
Reseña NewsRedes #4
Por Rubria Rocha de Luna
En esta ocasión, como parte de #MigrARTE les compartimos el proyecto digital The Flores Exhibit. Esta exhibición es un archivo que contiene los testimonios de niños mientras se encuentran recluidos en los centros de detención en la frontera de México y Estados Unidos. Dichos testimonios son leídos por artistas, abogados, estudiantes, inmigrantes, entre otros y son videograbados para ser presentados en esta exhibición.
La exhibición, que cuenta con cerca de 70 videos, tiene dos propósitos primordiales: 1) dar a conocer a la gente la situación en la que se encuentra el sistema de inmigración y cómo las políticas que lo estructuran tienen efectos negativos en los niños inmigrantes solos o acompañados, jóvenes y madres jóvenes con hijos; 2) provocar y motivar a tomar acción para hacer cambios estructurales en la política pública. Para tales propósitos, la exhibición alienta a ser proyectada, visualizada, compartida en las diversas áreas de vida, trabajo, educación, etc., de manera que las personas que vean estas historias se inspiren a hacer cambios en las formas que puedan. Los videos tienen una duración promedio de alrededor de 5-7 minutos, algunos de 4 minutos, otros más cercanos a 10 minutos y alguno que otro mucho más largo.
El nombre del proyecto tiene su origen en el “Acuerdo Flores” de 1997. Este acuerdo surge por la demanda presentada por el Centro Nacional de Ley Juvenil (NCYL) a nombre de Jenny Lissette Flores y el de otros niños en la misma situación. Jenny, de 12 años, escapa de El Salvador para vivir con su tía en los Estados Unidos, sin embargo, a su tía se le niega la custodia, y la niña es llevada a un motel reformado en Pasadena, donde queda recluida por semanas en condiciones deplorables y sin la posibilidad de recibir visitas. El Acuerdo Flores al que se llega años después, tiene, entre otros requerimientos, el de no retener por más de 20 días a los menores no acompañados y que cuenten con adecuado alojamiento, en condiciones dignas, con servicios médicos, educativos y de asesoría legal. La exhibición intenta formar parte de uno de los muchos argumentos por los que no se debe, por ningún motivo, desechar el Acuerdo Flores.
Para conocer más de este proyecto, creado por Waterwell y Broadway Advocacy Coalition como parte de la campaña nacional del Proyecto Amplify, visita y navega por su página web, sigue sus redes sociales Facebook, Twitter, Instagram o contáctalos vía email: info@flores-exhibits.org.
Autor/es Maggie y Leni
Reseña NewsRedes #3
Por Rubria Rocha de Luna
En esta ocasión, queremos destacar como una forma de expresión MigrARTE, la propuesta digital llamada Pochas, So What! en la que pueden conocer de viva voz las experiencias de retorno de Maggie y Leni, amigas que se conocieron después de su regreso a México y quienes se identifican como mujeres retornadas y Pochas.
Este interesante proyecto digital trata de que entres en esta realidad Pocha que sólo aquellos mexicanos que vivieron por muchos años, especialmente en los años de la infancia y adolescencia y que luego regresan a México, podrían realmente entender. Sin embargo, para quienes no han pasado por estas vivencias, Pochas, So What! es una propuesta que realmente te acerca a esto y lo hace de una forma muy auténtica. Este aspecto es muy valioso porque hace uso de recursos digitales de fácil acceso no sólo para expresarse sino para crear toda una realidad experiencial, por ejemplo, los podcasts, el doodling y las redes sociales más comunes como Facebook e Instagram.
En los podcasts, que al momento tienen 4 episodio y una introducción, Maggie y Leni platican entre ellas compartiéndonos sus historias en los Estados Unidos y ahora en México, la manera en que ven la vida, sus anhelos, sus reflexiones sobre las diferencias culturales, al tiempo que, por la forma en que utilizan su inglés, su español y su spanglish, nos adentran en su visión del mundo, visión impregnada de experiencias compartidas con muchísimos más mexicanos retornados.
En el “doodling” muestran dibujos que ilustran las experiencias que han narrado Maggie y Leni en sus podcasts. Estos dibujos son creados por Andrea, otra pocha “inusual” como la describen por ser nacida en México, criada en Canadá y estudiando en Alemania.
Conozcan más de esta propuesta digital de fácil acceso, visitando su página web, escuchando sus podcasts y conociendo los dibujos que nos comparten, así como siguiendo y compartiendo sus publicaciones en la redes sociales FB, IG y YouTube.
pochasmedia@gmail.com
Autor/es Alicia Zavala
19.
¿Y tu papá? –Está en el Norte. Esa fue la respuesta que utilicé por 17 años cada vez que alguien preguntaba por mi padre. De niña, estaba acostumbrada a ver a mi padre una vez al año. Esa era mi realidad y la de la mayoría de las familias que vivían en mi vecindario e incluso en la primaria a la que asistía. Durante todo ese tiempo, siempre pensé que era normal que la figura paterna estuviera ausente, puesto que todos mis tíos también estaban en el Norte. Mis hermanos y yo esperábamos con ansias diciembre, pero no por la Navidad sino porque ese era el mes en que mi padre regresaba y se quedaba por dos o tres semanas con nosotros. Esas semanas eran los únicos días en los que éramos una familia tradicional de verdad. Pero apenas pasaba el Día de Reyes y mi papá tenía que irse.
Al comenzar la secundaría fue cuando me di cuenta de que no todas las familias funcionaban como la mía. Descubrí que había familias en las que el padre jamás se ausentaba, así que siempre estaban juntos. Fue un tanto doloroso aceptar que si mi padre no estaba con nosotros era porque en Yuriria no había trabajo y la única manera que él encontró para poder mantener a su familia fue la de inmigrar. También me di cuenta que los padres de mis compañeros no inmigraban porque no tenían necesidad de hacerlo, ya que ellos tenían una profesión y algunos incluso sus propios negocios. En ese momento acepté mi realidad, de mi grupo de amigas, yo, era la más pobre. Claro que no por eso me sentía menos que ellas y mucho menos traté de aparentar no lo que no era. Todo lo contrario, asumí mi realidad y seguí con mi vida. Así transcurrió mi niñez y adolescencia, entre los regaños de mi madre y la ausencia de mi padre. No sabía que lo más difícil estaba por venir.
Al cumplir quince años mi madre y uno de mis hermanos inmigraron a los Estados Unidos. Dos años después fue el turno de mis hermanas y mío. Recuerdo que al enterarme de la noticia sentí mucha tristeza pues no estaba lista para dejar a mis amigos y a mi novio. Sabía que aunque llorara, pataleara y rabiara, mi madre jamás dejaría que me quedara. Lo único que pensé en ese momento fue que no era un adiós sino un hasta pronto, pues pensaba regresar.
Desde ese día, han pasado 19 años. 19 años en los que los obstáculos y problemas han estado a la vuelta de la esquina. Un país nuevo con un idioma distinto, eran sólo el comienzo. En estos 19 años he sido vista con desprecio por no hablar la misma lengua o por no tener el mismo tono de piel. He trabajado en panaderías, centros de llamadas, tiendas de ropa y fábricas tratando de demostrar que no por verme diferente a los demás valgo menos como persona. Y aun cuando lograba un buen desempeño y sobresalir en mi trabajo, varias fueron las ocasiones en las que se me negó un asenso porque algún americano tenía antigüedad.
Hoy, siendo ciudadana de este país y con un doctorado de una de las mejores universidades de Texas, recuerdo esos momentos y caigo en cuenta que gracias a ellos estoy aquí. Sin embargo, me es imposible no reflexionar sobre las circunstancias que obligaron a mi familia a estar separada por tantos años. La pobreza y escasez de trabajo que se tiene en gran parte del territorio mexicano, son sin duda los detonantes no sólo de la inmigración a los Estados Unidos sino del brote de violencia por la que atraviesa el país. Parece imposible pensar que la situación en México mejore.
El nuevo gobierno parece optimista y ha destapado una cloaca de corrupción dentro de una de las más grandes empresas gubernamentales. No obstante, esto es sólo el comienzo. Ante las acciones del gobierno la respuesta del crimen organizado no se ha hecho esperar, lo cual parece ser la premonición de un problema que va más allá de la ordeña de combustible. En medio de todo esto, la comunidad migrante se encuentra hoy más que nunca en una encrucijada. Por un lado, dejar a su familia desprotegida en medio de la ola de violencia que se vive a lo largo y ancho del país. Por el otro lado, desean llegar a un país que se jacta de decir que es una nación forjada por migrantes mientras que al mismo tiempo separa familias, encierra a los niños y conspira para construir un muro en la frontera sur que los mantenga separados del resto del continente.
Es por esta razón que me parece pertinente que ante la falta de propuestas por parte de ambos gobiernos, la sociedad se una a las iniciativas y asociaciones civiles para juntos buscar una solución a la crisis migratoria que se vive actualmente.
Autor/es Enrique Soto Meza
Pedro Cox Martínez a Edgar Cruz
Muchas gracias por todo primo. Ayer tempranito antes que saliera nuestro dador de vida, por ahí como a las cinco en punto, por fin se nos hizo llegar a un ranchito disque cerca de San Antonio. Este lugar parece un desierto, ni una tienda a la vuelta, no podemos salir ni a lavar las garritas que traemos ahí. Ya nos dijo el Guacho que hoy en la noche pasa un tráiler pa’ irnos a Nueva York. Siento rete harta emoción nomás de pensar que ya estoy en suelo gabacho. Tengo mucha hambre y no nos han traído ni siquiera un taco de frijoles, aquí nos tienen encerrados, dice un don que es muy peligroso salir porque fácil, fácil, nos agarra la migra con tan sólo asomar las narices por la puerta. Gracias a Dios encontré este papel y mi compadre Juan me prestó una pluma para poder darte noticia de nosotros. Gracias a San Pedrito estamos bien, hambrientos pero todavía coleando. En la noche cuando llegue el tráiler, a ver como me las arreglo pa’ darle el sobre con esta carta al conductor y darle pa’ que compre estampillas y te lo mande a la dirección que me diste. Cuando lleguemos a Nueva York te vuelvo a escribir lo más pronto posible pa’ avisarte donde andamos.
Del mismo al mismo
Primero que nada recibe artos saludos de parte de la familia acá en Broadway. Todos están re contentos por que al fin se les acabaron los días de desvelo y espera de nuestra llegada. Acá llegamos con la tía Chata, no sé cómo le hizo pero a pesar de tener como treinta gentes aquí con ella, todavía nos acomodó por ahí en un rinconcito. Ya conseguí un trabajito lavando trastes en un hotel. Tenías mucha razón cuando me aconsejaste que mejor me esperara para venirme cuando empezara el invierno, así como le había hecho antes. Todo el camino estuvo muy cañón. Desde que salimos del rancho nos empezó muy mala suerte. Primero nos asaltaron en Veracruz, justo mientras veníamos de aventón con unos señores muy amables por cierto. Por suerte había guardado unos centavitos dentro de mi calcetín, si me hubieran dejado a raíz igual y ni hubiera llegado hasta acá. Pero eso es sólo el comienzo, sabes, no sé por que la policía es tan corrupta y tan hija de su pinche madre en nuestro país. Te digo esto porque justo en la frontera unos disque federales nos detuvieron a media calle diciendo que nos iban a cargar por andar mendigando. Apenas habían pasado unos cinco minutos después que nos bajamos del camión cuando estos dos sujetos nos querían esposar y llevarnos a dar una calentada. Lamentablemente así es la cosa en México, como te ven te tratan, que barbaridad. Nos llevaron a una mentada cárcel, me quitaron quinientos pesos, nos amenazaron, querían sacarnos no sé qué sopa, después de un rato vieron que nosotros nada que ver con su asunto y nos dejaron ir. En seguida nos pusimos a investigar una manera de cruzar al otro lado. Intentamos cruzar tres veces seguidas hasta que a la cuarta pudimos llegar al ranchito del que te había platicado. Ojalá te haya llegado la carta que le di al camionero. Ahora en vez de darme gusto por estar acá, me da harta tristeza cuando pienso en todo lo que dejé en el rancho. Es difícil ganarse la vida allá, pero nunca podré dejar de extrañar a mi familia, ellos son quienes más me preocupan en estos momentos.
Edgar Cruz a Pedro Cox Martínez
Primo, sé lo difícil que es estar lejos de los tuyos, tú eres un hombre muy fuerte, no dejes que la distancia te cause tristeza. Es mejor pensar que todo lo bueno que estés pasando también lo puedes compartir con tu familia aunque no estés con ellos. Además puedes llamarles por teléfono de vez en cuando. Piensa que todo lo que harás serán puros premios a cambio de todo el dolor y penas que pasaste en tu camino. Después de todo mírate dónde te encuentras y todo lo que puedes hacer desde acá. Me da mucha tristeza y coraje la situación por la que está pasando México en estos momentos, aunque acá en el norte la cosa no esta muy sencilla. Si en nuestro país tenemos un títere como presidente acá hay un payaso que quiere ser elegido como presidente. Este entretenedor de circo cree que puede cambiar algunas leyes de migración y otras tonterías, pero en realidad no tiene idea de lo que dice. Allá en México la misma policía abusa de su autoridad, desaparece a jóvenes alumnos y los priva de asistir a clase. Aquí anda mucho perturbado asesinando a sus compañeros estudiantes. Justo hoy por la mañana mientras desayunaba veía en las noticias que se acababa de llevar a cabo otro tiroteo. La situación es triste, depresiva, tengo miedo y nada puedo hacer más que seguir viviendo en un país donde todo parece hermoso y perfecto, pero la realidad es tan dura como el concreto de sus largas autopistas.
Pedro Cox Martínez a Edgar Cruz
Buen día primo, estos días hemos estado muy apagados, espantados, con miedo de salir al trabajo. Como bien sabes, acaba de ocurrir una desgracia acá donde estamos. Ese día por la mañana cuando llegué a la chamba, escuché que acá en una ciudad cercana, creo que Manhattan, dicen que ahí hubo un ataque a unas torres y que muchísima gente murió. Por todas partes se escuchaban las sirenas: ambulancias, policías, bomberos, rescatistas y hasta voluntarios había ayudando a los muertos y heridos. A mi me queda muy lejos el lugar donde pasó todo, aun así, tuvieron que suspender labores en todo el hotel sin ninguna explicación a los empleados. Un par de días después me di cuenta que nunca volvería a ver en el camión a la señora morenita, nomás los dientes y sus ojitos eran blancos. Muy triste fue nunca verle otra vez. También había muerto un señor que vivía dos pisos debajo de con mi tía. Ya no veo de lejos las dos torres que llegaban hasta el cielo. Ya junte un dinerito y estoy pensando en irme a vivir con mi cuñado, dice que hay arto trabajo allá y que pagan bien. Pues quiero que sepas que ya compré mi boleto pa’ irme los primeros del mes que entra. En Michigan estaré más a gusto y sin tanto miedo, pídele a Dios me valla bien y hasta me traigo a mi señora y mis hijas. Te deseo lo mejor primo, ojalá que un día nos volvamos a ver.
Edgar Cruz a Pedro Cox Martínez
Ya sabes primo que cuentas conmigo para lo que necesites. Dentro de un par de meses me darán vacaciones pagadas y estoy planeando ir a visitarlos sirve que me llevo a mi señora y mi niño para que los conozcas. Me imagino que trabajarás en el concreto con tu cuñado, creo que es a lo que se dedica. Verás que todo saldrá bien, a mi me gusta el pueblito donde viven allá en Michigan. En cuanto a traerte a mi prima, te aconsejo que lo pienses bien, ella es mujer y es más peligroso y más duro el camino hasta la frontera. Además tienen que pasar los peligros que en esos lugares abundan a diario. Tú bien lo sabes primo, no es nada sencillo llegar hasta acá. Mejor mándale lo que vallas a gastar en traértelas. Estamos en contacto, deseo tengas mucho éxito allá donde estés.
enriquesoto831@gmail.com